Para honrar a María
- Provincia Minuto de Dios
- 3 dic 2016
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El Adviento se conoce como el tiempo de la espera del Mesías. Esta espera de ninguna manera puede reducirse a algo pasivo, es decir, esperar que el Señor venga sin poner de nuestra parte y salir a su encuentro. Esto permite que este tiempo se convierta en una espera activa.
También durante este tiempo, la figura de María recobra gran importancia en la vida eclesial. Pero, ¿qué tengo que hacer para honrar a María? Le proponemos cuatro sencillos pasos:
Primer paso para honrar a María:
"Mirar y adorar en ella únicamente a su Hijo. Así desea ella que la honren, porque de sí misma nada es. Su Hijo lo es todo en ella: él es su vida, su santidad, su gloria, su poder y su grandeza. Tenemos que agradecerle a él la gloria que en ella y por ella se dio a sí mismo; ofrecernos a él y rogarle que nos entregue a ella, de manera que nuestra vida y nuestras obras estén consagradas a honrar las suyas; que nos haga participar del amor que ella le tiene y de sus demás virtudes; que se sirva de nosotros para honrarla o más bien para honrarse a sí mismo en ella, según su beneplácito."
Segundo paso para honrar a María:
"Reconocerla y honrarla como a la Madre de nuestro Dios y luego como a nuestra Madre y Soberana; agradecerle el amor, la gloria y los servicios que ha prestado a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor; confiarle a ella, después de Dios, nuestro ser y nuestra vida y pedirle que tome la dirección de todo cuanto nos atañe; darnos y someternos a ella en calidad de siervos, rogándole que tome plena posesión de nosotros como algo enteramente suyo y que disponga de nosotros según le plazca para la gloria de su Hijo; que se sirva de todas nuestras acciones para honrar las de su Hijo y que nos asocie al amor y a las alabanzas que ella le ha dado y que le dará por toda la eternidad. Conviene rendirle estos homenajes todos los días y de manera especial una vez por semana, o por lo menos, una vez por mes."
Tercer paso para honrar a María:
"Podemos honrar a la Virgen María: con nuestros pensamientos y reflexiones, considerando la santidad de su vida y la perfección de sus virtudes; con nuestras palabras deleitándonos en hablar y oír hablar de sus excelencias; con nuestras acciones ofreciéndolas en honor y unión de las suyas; con nuestra imitación, esforzándonos por reproducir sus virtudes, especialmente su humildad, su caridad, su puro amor, su desprendimiento de todas las cosas y su pureza divina."
Cuarto y último paso para honrar a María:
"Podemos honrar a María con alguna oración o ejercicio de devoción como el rosario, cuya recitación debe ser común a los cristianos y la Liturgia de Nuestra Señora que debemos rezar en unión del amor y de la devoción que su Hijo Jesús tiene hacia ella; y en honor de la vida de su Hijo y de la suya, de sus virtudes y de sus acciones."
Que estos pasos permitan que podamos seguir honrando en general el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios durante el tiempo de Adviento.
Fuente de los textos: San Juan Eudes, Vida y Reino de Jesús, Tercera parte, La Devoción a la Santísima Virgen, Honrar a Jesús en María y a María en Jesús.
